La valentía se define por la capacidad de superación
del miedo. De sentir el miedo, palparlo, y sin embargo, apostar por ello. Con
esfuerzo y valor para realizar aquello que crees que está bien, aunque te
aterre hacerlo. Aunque la corriente intente arrastrarte. Quebrantar lo
establecido para empezar lo desconocido. Lo intocable, lo anhelado, lo que
llevas dentro. Armarse de valor y cruzar la morada del miedo. Con todas tus
fuerzas. Un solo intento. Y soltarlo. Andar la línea que separa el antes y el
después. Respira. Tres, dos, uno.
Sin saber cómo y desde el otro lado. Sin vuelta atrás. Sin ganas de volver.
Pisar lo desconocido, lo aterrado, lo inimaginable. Con el destino en tus manos
y cargado de despreocupación por todo aquello que no sea importante. Sin más
peso que el propio. Palpar la vida; sentirla llena.
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